Carmen Jiménez Martín

Carmen Jiménez Martín

A partir de ahora, mi voluntad, junto a mi crecimiento personal, se irá reuniendo con el Centro de mis cualidades humanas. Aquellas que hoy puedo conocer, debido a que son perceptibles a mis sentidos. Comprendo que mi pasado me ha dejado el porcentaje de su contenido que he conseguido aprovechar para corroborarme a mí misma quién soy. Experimentada en mi propio estilo de una vida feliz, dentro de mí, me verifico a mí misma, que he percibido de mi ser, lo que ya estaba estructurado por el orden de mi destino, en lo que fui capaz de reconocer a qué venía a este mundo. Lo que he tenido que hacer para mostrarme a mí misma, el plano de mi acoplamiento humano, ha sido distinguir, con plenitud de conciencia, lo que vivo y siento como prueba de mi amor a la Tierra. Y saber que, más allá de donde he conseguido llegar, la otra parte de mí, me da señales de vida, tan sumamente adaptadas a mi modo de pensar y sentir, que las recibo con la mayor naturalidad. Estamos Entrando en un Proceso de Esmerado Contenido, sobre valores que nos corresponde conocer. Principalmente, los que contienen y sostienen el Misterio de la Vida. El principal valor, propio de nuestra existencia, es nuestro corazón. Sin él, no podríamos existir. Contiene una vital conexión con el Alma de la Vida, a la vez que desprende su fuerza para dar vida en la Tierra. De su armonía depende, en gran parte, nuestra salud. Para emprender el camino de una buena salud, se requiere, en primer lugar, prudencia. Con ella, se regulan los estímulos descontrolados que provocan el Espíritu Contaminado de las Fuerzas del Mal. Es inevitable que tengamos que tomar conciencia de que, nuestro mundo ha perdido ya más coherencia de la que, el mismo mundo, puede resistir. Cualquier ser humano con inteligencia, podrá comprender que, ninguna fuerza viva, puede resistir a la muerte. Por consiguiente, si no evitamos los terribles atropellos que se están cometiendo en él, todo se surcará por las vías que van estrangulando, con sus frías y hasta gélidas corrientes, cuanto encuentran a su paso. Antes de que esto suceda, disponemos de un tiempo de indescriptible valor para nuestra recuperación, en todos los ámbitos esenciales de nuestra existencia. Con tanto brío lo espero, que, lo vivido, no lo cuento, a excepción del presente que amo. TODO ME PARECE MUERTO, EXCEPTO EL RESURGIR QUE TENEMOS QUE SENTIR. Las peores desavenencias que hemos conseguido vivir, se producen dentro de nuestro propio ser. En él, se desarrollan todos los inicios desbocados de nuestras malas costumbres. Dentro de nuestro ser, se almacenan los sentimientos que nos provocan ese malestar que venimos sufriendo, casi siempre, por nuestra falta de plena responsabilidad que nos dé la confianza que se necesita para vivir en paz. Es increíble que sea el propio ser humano quien se ciegue, y no quiera ver el desvalijado ser que es, cuando se convierte en un tirano. Lo peor es que, con su maldito poder, tira por la borda lo que otros, de buena fe, construyen. Habiendo llegado a los parámetros más radicales del Mal más perverso y estúpido, habrá que arrancar, de raíz, su mala semilla. Y es por eso, que, hoy mismo, empiezo a cantarle a la PAZ, desde un nuevo punto de mi existencia:

A la PAZ le canto, ebria de un amor ardiente, que me une a la VIDA. Mi corazón late. ¡Amo sus latidos...! En ellos, existimos todos; los presentes y los que se fueron. No vemos más que lo que queremos... ¡Estamos perdidos! Y, sin embargo, queremos ganar las batallas del viento...

CREO EN LA VIDA, Y LA VIDA, CREE EN MÍ. Así que, no pido más de lo que ELLA me dé, para ser ampliamente dueña de mi destino, aunque, para ello, me haya tocado vivir bastantes feos del Mal.

De mi libro, en curso, "Escritos Breves", dentro de mi obra genérica, "La Razón de mi Existencia". Carmen Jiménez Martín.

Título: "Escritos Breves". País: España. Fecha: 20 de octubre de 2020

From now on, my will, together with my personal growth, will be reunited with the Center of my human qualities. Those that I can know today, because they are perceptible to my senses. I understand that my past has left me the percentage of its content that I have managed to take advantage of to corroborate myself who I am. Experienced in my own style of a happy life, within myself, I verify myself, that I have perceived of my being, what was already structured by the order of my destiny, in which I was able to recognize what I was coming to. this world. What I have had to do to show myself, the plane of my human coupling, has been to distinguish, with full consciousness, what I live and feel as proof of my love for the Earth. And knowing that, beyond where I have managed to go, the other part of me gives me signs of life, so highly adapted to my way of thinking and feeling, that I receive them with the greatest naturalness. We are Entering a Process of Careful Content, about values ​​that we have to know. Mainly, those that contain and sustain the Mystery of Life. The main value, characteristic of our existence, is our heart. Without it, we could not exist. It contains a vital connection with the Soul of Life, while giving off its strength to give life on Earth. Our health depends, to a large extent, on their harmony. To embark on the path of good health, prudence is required first. With it, the uncontrolled stimuli that provoke the Contaminated Spirit of the Forces of Evil are regulated. It is inevitable that we have to become aware that our world has already lost more coherence than the world itself can resist. Any human being with intelligence can understand that no living force can resist death. Therefore, if we do not avoid the terrible abuses that are being committed in it, everything will be furrowed by the roads that are strangling, with their cold and even icy currents, everything they find in their path. Before this happens, we have a time of indescribable value for our recovery, in all the essential areas of our existence. I hope so with such enthusiasm, that, what I have experienced, I do not tell, except for the present that I love. EVERYTHING SEEMS DEAD TO ME, EXCEPT FOR THE RISING THAT WE HAVE TO FEEL. The worst disagreements that we have managed to live, occur within our own being. In it, all the runaway beginnings of our bad habits unfold. Inside our being, the feelings that cause us that discomfort that we have been suffering, almost always, are stored due to our lack of full responsibility that gives us the confidence that is needed to live in peace. It is incredible that it is the human being himself who is blind, and does not want to see the destitute being that he is, when he becomes a tyrant. The worst thing is that, with its damned power, it throws overboard what others, in good faith, build. Having reached the most radical parameters of the most perverse and stupid Evil, its bad seed will have to be uprooted. And that is why, today, I begin to sing to PEACE, from a new point of my existence:

I sing to PEACE, drunk with a burning love, that unites me to LIFE. My heart beats. I love your heartbeat ...! In them, we all exist; those present and those who left. We see only what we want ... We are lost! And yet we want win the battles of the wind ...

I BELIEVE IN LIFE, AND LIFE, BELIEVE IN ME. So, I do not ask for more than what SHE gives me, to be largely the owner of my destiny, although, for this, I have had to live quite ugly of Evil.

From my book, in progress, "Brief Writings", within my generic work, "The Reason for my Existence". Carmen Jiménez Martín.

Title: "Brief Writings". Country Spain. Date: October 20, 2020