Carmen Jiménez Martín\" Escritos Breves".
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Carmen Jiménez Martín
" Escritos Breves". Habiendo llegado a un punto en el que puedo reconocer que, me es posible pensar y sentir, sin que nadie me tenga que decir cómo debo hacerlo, descubro que, es en mi pensamiento donde encuentro la llave de mi destino. Por tal razón, me dejo llevar por él y me encuentro contigo, cara a cara... Por un momento, no sé qué pensar. Pero no tardo en reaccionar y reconocer que, queriendo o sin querer, eres parte de mi ser. Aquí estamos todos. Hemos venido a través de nuestras madres. Ellas nos han parido. Y, a pesar de ello, no todas han sido ni son amadas. Tal vez te preguntes por qué me dirijo a ti para escribir lo que pienso y siento. Mi respuesta es muy clara y sencilla: Porque eres parte de mi vida, y yo de la tuya. ¿Quién puede responder a la siguiente pregunta?: Si somos parte de la Vida, ¿alguien se puede desvincular de Ella, sin perder en el camino la esencia de su ser?... Y si la pierde, ¿dónde podrá encontrarla después, si la vuelve a necesitar?... La respuesta es tan sencilla como la pregunta: Solo en el Cauce de la Vida; no existe otra posibilidad. La vida se pierde o se recupera. Nuestra salud, la vida y la muerte, y viceversa, nos lo indica constantemente. Necesitamos tomar conciencia del valor de nuestra existencia. No estamos aquí por casualidad, sino porque, antes de venir, fuimos conscientes de que: Cuanto hemos vivido, no nos ha servido para liberarnos del Mal. Este lo sabe, y aprieta, sin moverse de su sitio. Apenas sale a la calle y se cruza con el resto de seres humanos. Sin embargo, se pasa el día y parte de la noche, con añejas plegarias que no suponen el alivio de una humanidad que se halla atrapada en unas redes de acero, imposibles de romper si no es a través del Bien. De ahí que sea crucial que echemos a andar midiendo nuestros pasos, sin tener necesidad vital, de pasar por los cementerios a colocar flores a nuestros difuntos; pues no se enteran de ellas, ya que, desde que fallecen, lo que realmente precisan es Luz para avanzar y no quedarse atrapados en las tonterias y maldades de la Tierra. A partir de ahora, quien crea en lo que digo, que encienda la Luz de la Vida en su alma, y avance con sus difuntos, RECONOCIDOS Y RECORDADOS CON AMOR, hacia el Terreno de la Paz. ¡¡¡Ya basta de tenerlos atrapados en velas y en otros alcances sin alma!!! Todos somos los vivos y los muertos. A partir de ahora, todo se notará con más fuerza para que aprendamos a vivir sin aquellos errores que nos vienen pisando los talones; lo que aprovecha el viejo Satanás, cribando sus monedas, dejando caer solo las más pequeñas para un mundo empobrecido y degastado, que ya no sabe dónde meterse. El Alba de esa mañana que esperamos la gente de bien, se va acercando a la Fuente de la Vida, con la intención, clara y concisa, de darnos de beber de Ella. Quizás los que hoy se ríen de los más pobres, mañana sean los que tengan que pedir un vaso de agua a quien menos esperen.
De mi libro "Escritos Breves", dentro de mi obra genérica "La Razón de mi . .
País: España.