LLANTO EN EL CIELO

Hortencia Aguilar Herrera\ México

LLANTO EN EL CIELO

Cuando una mujer llora, se cimbran los vientos en la niebla de los cielos, se revuelven los mares en sus olas descarnadas y estrujadas, sollozan los campos que gritan el silencio derruido de místicos velos, ruedan lágrimas de espanto, sollozos del alma, perlas desgarbadas.

Cuando llora una mujer, se pierden la luz y la magia de una aurora, sucumbe al infecundo y doloroso sabor de las garras de una esfinge, se han ido las mieles, los brazos, los besos, las caricias amantes, otrora, se alejan los cielos, los velos del etéreo y plácido amor que no finge.

La ira se agolpa, incierta es la tierra, se hunden sus pasos en las hojas secas, sus lágrimas mojan los huertos de seda, sus manos estrujan su boca, su mirar tan suave se torna altanero, ante la mirada de las voces huecas, lágrimas ruedan cual perlas de nácar, sus labios yertos conmueven la roca.

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